Tras completar meticulosamente el proceso de fabricación del pienso, llega el momento crucial de su almacenamiento y distribución. Este paso es fundamental para garantizar la calidad y la disponibilidad del pienso en las granjas, así como para mantener la eficiencia operativa en toda la cadena de suministro.

Los diferentes tipos de pienso producidos requieren un almacenamiento adecuado y separado para mantener su integridad y evitar la contaminación cruzada. Es aquí donde entran en juego los silos de almacenamiento, diseñados específicamente para esta función. Cada tipo de pienso tiene su propio silo asignado, asegurando una gestión precisa y organizada de los productos.

Los silos de carga son el punto de partida para el transporte del pienso hacia las granjas. Aquí, el pienso se carga en camiones especialmente equipados, listos para llevarlo a su destino final. La eficiencia en la carga y descarga, así como la adecuada gestión de la trazabilidad del producto, son aspectos críticos en este proceso.

Una vez en ruta, los camiones transportan el pienso a las granjas, donde será utilizado para alimentar a los animales. Este transporte se realiza con especial atención a la seguridad y la integridad del producto, garantizando que llegue en óptimas condiciones a su destino.